La Plataforma en Defensa del Legado de Expo Zaragoza ha considerado hoy que las Jornadas de Puertas Abiertas del Parque del Agua de Zaragoza, celebradas este fin de semana, han sido "un éxito de participación", al tiempo que ha lamentado "la mínima información" que existe en el frente fluvial de los elementos que se pueden ver, por lo que ha reclamado que se coloque la señalización correspondiente.
En todo el frente fluvial, han indicado desde la plataforma, "no existe ni un solo cartel que indique el nombre de las plazas temáticas, ni la dirección para poder acceder a elementos como parque del Agua, Torre del Agua, Pabellón Puente, Telecabina, ni Acuario, siendo este un caso peculiar, ya que a falta de señalización vertical, el propio acuario ha escrito en el suelo la indicación para acceder al mismo y también en la fachada del edificio".
Por ello, la plataforma solicita que "se reutilicen los elementos verticales de señalización que estaban durante la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008 y que actualmente están en desuso, desmontados, o el lugares tan absurdos como la terraza superior del pabellón de comunidades o en el parking norte del recinto".
Para su reutilización, se debería de trasladar al frente fluvial y adaptar la señalización con sus nuevas indicaciones, siendo éste el único sobre coste que requeriría la obra, han apuntado.
Con ello, el frente fluvial ofrecería una información básica para sus visitantes, los cuales carecen por completo de una información lo que tienen delante. Igualmente estos elementos verticales podían incluir información de lo que en el periodo de la Expo significaba la plaza que estaba en ese lugar, ha añadido la plataforma.
Asimismo, la plataforma ha criticado que la serpiente de la Cabalgata del Circo del Sol, que desfilaba en la Expo, continúa en el mismo lugar son que se hayan tomado medidas para evitar su deterioro.
La Plataforma en Defensa del Legado Expo reclama la colocación de señalización en el frente fluvial
La Expo de Shanghái se colapsa de éxito
Los 350.000 visitantes causan colas de hasta cinco horas en la muestra.
Las multitudes comportan incomodidades, así que el éxito de una Exposición Universal es también su fracaso. Ambos fueron mayúsculos ayer en el la primera jornada de la cita en Shanghái. Los primeros 350.000 visitantes de los 70 millones previstos se habituaron a las colas. Los organizadores de los pabellones alardeaban de esperas: picos de hora y media en el español, tres en el japonés, cinco en el chino.
Un vendedor ambulante ofrecía ayer guías por 10 yuanes (un euro aproximadamente) con consejos sobre cómo ver más pabellones o dónde cenar barato.
Las colas venían agravadas por el calor húmedo de la macrourbe. A todo ello, se añade el gigantismo del recinto que acoge la Exposición. La gestión es ejemplar: un ferri salva las orillas del río Huang-pu y los autobuses unen las diferentes zonas con alta frecuencia.
Pese a los inconvenientes, el ambiente de la primera jornada fue festivo sin excepción. Los asistentes abrigaban la certeza del privilegio, de participar de un día histórico que recordarán el resto de sus vidas. La Expo es la última prueba del auge chino, apenas dos años después de los Juegos Olímpicos de Pekín. Un paseo por la Expo revela países que costaría ubicar en un mapa. Incluso Grecia, rozando la quiebra nacional, ha preferido bajar el presupuesto de su pabellón un 40% antes que irse. Los países menos pobres de África tienen su propio pabellón. El resto, 43, se juntan en un espacio pagado por Shanghái.
Si una Expo persigue concentrar al mundo en un espacio, Shanghái lo ha conseguido.
Fuente: El Periódico de Aragón